Qué esperar en la revisión de un gato

Un gato naranja con el pecho y los pies blancos se sienta mirando hacia delante, mirando directamente al lector.

Los veterinarios a menudo recomiendan que los gatos tengan una revisión anual, y con más frecuencia si son mayores o padecen una enfermedad crónica. Puede resultar difícil saber qué esperar en estas citas, qué está buscando el veterinario y cómo ayuda esto a tu amigo felino. Aquí te proporcionamos una guía de todo lo que puede suceder en la consulta con el veterinario.

¿Qué es una revisión y por qué mi gato necesita una?

Una “chequeo general de salud”, o “examen de bienestar”, es un examen médico rutinario de un gato que se considera que goza de buena salud. Los veterinarios suelen recomendar que los gatitos acudan a revisión cada dos meses, los gatos adultos anualmente y los gatos mayores dos veces al año. El objetivo de estos exámenes es mantener una buena salud y prevenir la aparición de cualquier problema de salud o de comportamiento. Son útiles para detectar cualquier indicación temprana de que algo puede estar mal, y para que tu veterinario hable de asuntos rutinarios como el control del peso y el cuidado dental.

Un gato blanco, gris y marrón se agacha en la imagen. Están colocados de lado, con las cabezas giradas hacia el lector, mirando hacia la distancia.

El examen: Una guía paso a paso

El veterinario te recibirá en la consulta, donde normalmente habrá una mesa para colocar a tu gato en su transportín. El personal de cualquier clínica veterinaria, pero especialmente de las clínicas amigables con los gatos, estará capacitado sobre cómo mantener la calma y ser amable con tu gato. Se debe dar tiempo para que tu gato se calme y se acostumbre a estar en la clínica. También pesarán a tu gato para ver si está creciendo adecuadamente o si mantiene un peso corporal saludable.

1. Historial

El veterinario comenzará haciendo algunas preguntas sobre la salud de tu gato: su ingesta de alimentos y agua, sus hábitos de uso de la bandeja de arena, ejercicio y comportamiento. Comprobará que no haya notado ningún posible signo de alerta temprana de mala salud, como cambios en el nivel de actividad, la frecuencia respiratoria o la sed de tu gato. También es posible que pregunte acerca de síntomas más evidentes, como vómitos o diarrea.

2. Exploración física

Para entonces, es de esperar que tu gato se encuentre más cómodo en la clínica y esté más asentado y se haya aventurado a salir del transportín. Mientras hablas con el veterinario, él habrá estado observando a tu gato, comprobando lo alerta que está, su estado corporal y lo cómodo que deambula. Ahora, el veterinario hará un examen físico completo a tu gato, tomando notas sobre su salud y buscando signos de enfermedad.

Estas son las principales partes del examen:

  • La piel y el pelo:
    comprobar si hay caída del pelo, pelaje sin brillo, piel con heridas, caspa, grasa y cualquier bulto.
  • La boca:
    buscar problemas en los dientes o las encías, úlceras o exceso de saliva.
  • La nariz y la cara:
    buscar cualquier secreción, respiración ruidosa o inusual, hinchazones o bultos. Se palparán los ganglios linfáticos y la glándula tiroidea.
  • Los ojos:
    el veterinario comprobará que no haya enrojecimiento, secreción, exceso lagrimal o problemas con los párpados.
  • Corazón y pulmones:
    auscultar el torax con un fonendoscopio es una parte importante de la exploración, para comprobar si hay cambios en el latido cardiaco normal, el ritmo y la frecuencia cardiacos y los sonidos respiratorios.
  • Abdomen:
    palpar el abdomen de un gato ayudará al veterinario a encontrar bultos, dolor o cualquier sensación anormal en los órganos internos.
  • Articulaciones de las patas:
    dependiendo de los antecedentes que has dado y de la edad de tu gato, el veterinario también puede evaluar las articulaciones para ver si parecen dolorosas o si han cambiado respecto a lo normal.

3. Pruebas adicionales

Dependiendo de la edad de tu gato y de cualquier problema detectado en el examen, tu veterinario puede recomendarte algunas pruebas adicionales. Estos pueden incluir una medición de la tensión arterial, muestras de orina o heces y análisis de sangre. A medida que los gatos envejecen, es más probable que sufran ciertos problemas de salud, que es mejor descubrir cuanto antes. Tu veterinario hablará de todo esto contigo antes de realizarle pruebas, y habrá otro personal disponible para ayudar a sostener a tu gato si es necesario.

4. Comentarios

El veterinario comentará los resultados de la exploración de tu gato durante la consulta. Si se han tomado pruebas adicionales como muestras de sangre u orina, es posible que tenga que esperar a obtener los resultados. Tu veterinario te hará un resumen de sus hallazgos y si necesita cambiar algo en la rutina, la dieta o la atención sanitaria de tu gato. También deberían recomendarte cuándo es la próxima vez que hay que ver a tu gato.

¿Debo traer algo conmigo?

Puede resultar útil llevar una copia de los registros de vacunas de tu gato u otros registros sobre su salud, especialmente si se ha vacunado o tratado en una clínica veterinaria diferente. Si se requiere una muestra de orina o heces, se te debe informar antes de asistir a la consulta. Si tu no eres el cuidador principal del gato, es esencial que conozcas su rutina básica, el tipo de comida y cualquier medicamento, así como también si algún miembro de la familia está preocupado por la salud o el comportamiento del gato.

Se recomienda encarecidamente realizar revisiones periódicas para mantener a nuestros amigos felinos sanos y contentos. Los gatos son buenos ocultando problemas, por lo que someterse a un examen puede ser una forma excelente de detectar los signos tempranos de la enfermedad. También son el mejor momento para hablar de cualquier problema rutinario con tu gato en un entorno tranquilo y sin prisas. Si deseas pedir cita para una revisión de tu gato, ponte en contacto con tu clínica veterinaria .