Control de la artrosis canina: cómo controlar el dolor

Control del dolor

Controlar el dolor del perro en todo momento resulta clave, ya que el dolor crónico limita la actividad del animal y eso, a su vez, puede provocar desgaste muscular y reducir aún más su movilidad. Es decir, es probable que el veterinario le haya recetado a tu perro alguna medicación que tengas que administrarle durante el resto de su vida a fin de tener el dolor bajo control y que disfrute de una buena calidad de vida.

Es importante que seas constante y te asegures de darle la medicación siguiendo las pautas del veterinario; si lo haces, verás que tu perro mejora, aunque eso no quiere decir que la enfermedad esté curada, por lo que el tratamiento no debe interrumpirse a no ser que te lo especifique el veterinario. Si hay periodos de tiempo en los que la enfermedad queda desatendida, el dolor puede volverse más difícil de controlar.

A veces, los tutores reducen o interrumpen la medicación porque les preocupan los posibles efectos secundarios de determinados fármacos. Si es tu caso, es importante que hables con tu veterinario, ya que existen nuevos tratamientos que pueden ser más apropiados para tu perro y vuestro estilo de vida.

Siempre hay nuevas terapias en desarrollo, por lo que es recomendable mantener un contacto regular con tu veterinario; así, podrá aconsejarte sobre todas las opciones disponibles para que puedas elegir la más idónea para tu peludo y para ti.

Control del ejercicio

El ejercicio es una parte importante de la vida de un perro; salir a dar paseos es algo que les gusta, favorece el mantenimiento de su masa muscular y les ofrece estimulación. Si tu perro tiene artrosis, tal vez necesites modificar su régimen de ejercicio.

Tal vez sea preferible sacarlo a dar paseos más frecuentes, pero más cortos. Y quizá también valga la pena plantearse la superficie de paseo: las superficies más blandas suelen ser más amables con las articulaciones. Si tu perro está teniendo un brote (reaparición repentina de los signos de la enfermedad), cosa que puede suceder con la artrosis, lo sensato es dejarlo descansar hasta que se le pase. Es recomendable consultar a tu veterinario cuál es el nivel de ejercicio más apropiado, así como pedirle cualquier otra ayuda u orientación que pueda daros.

Recuerda que no puedes confiar en que sea tu perro quien te diga cuándo ha caminado o jugado suficiente; muchos son capaces de seguir hasta pasado el punto en el que empiezan a sentir dolor. Por ello, hay que estar atentos y poner un límite antes de llegar a ese punto. Si a tu perro le gusta el agua, la hidroterapia es otra gran opción a tener en cuenta: permite al animal moverse, pero el soporte del agua reduce la presión en las articulaciones. Esta actividad debe estar siempre supervisada por una persona cualificada.

Control del peso

El sobrepeso puede conllevar muchos problemas de salud e influir en la esperanza de vida de cualquier perro; pero, para aquellos con artrosis, mantener un peso saludable es especialmente importante. Al tener menos capacidad para hacer ejercicio, es fácil que el animal gane peso. Eso, a su vez, hará que las articulaciones estén sometidas a más presión, lo cual puede generar un círculo vicioso. Debemos aspirar a que nuestro perro mantenga un peso saludable y, para ello, puede que haga falta pasar a una dieta específicamente diseñada para alcanzar dicho objetivo.

Resumen: el control de la artrosis canina es clave para mantener la felicidad y el bienestar de tu perro

Aunque la artrosis canina requiera un control continuo de por vida, hay muchas cosas que podemos hacer para asegurarnos de que nuestros peludos disfruten de la vida al máximo a pesar de su diagnóstico; y la consulta del veterinario es el lugar indicado para empezar a hablar sobre un enfoque adaptado a las necesidades de tu perro.